¿Para qué un historiador en tiempos de crisis?

Para Josep Fontana, el papel del historiador ha desmejorado con el tiempo, pues, aunque en un principio este representaba una fuerza que cambiaba lo económico y lo social, ahora se ha refugiado en lo académico y recoge datos y propone modelos ideales, y aunque muchos de los historiadores predijeron al capitalismo como la última fase de la historia, con las revoluciones sociales y con las protestas juveniles, Fontana propone, que los historiadores apoyen usando los datos históricos desde todos los puntos de vista posibles, para evitar los mismos errores del pasado.
A lo que se refiere Fontana con varios puntos de vista es, que la historia, “la escriben los ganadores”, y por lo tanto no se tiene en cuenta lo que ha sucedido del lado contrario, como el caso de la colonización, la segunda guerra mundial, etc.
En otras palabras, el historiador debe seguir cumpliendo con su función principal, que es la de influir en ciertas personas para que cambien de manera radical su sociedad, como fue el caso de las grandes dictaduras y de las guerrillas como la de Ernesto Guevara, que se basaron en datos y personajes históricos para influir profundamente en los demás.
Personalmente, la historia puede ayudar a formar una revolución médica, que incluya reformar al sistema desde adentro y logre la igualdad tan anhelada de los jóvenes médicos para la sociedad en general; es por eso que quienes estudian, saben lo que hacen y no como dice Fontana, que los jóvenes luchan por una causa, pero no saben por qué.